La lipotransferencia consiste en recoger tejido graso del paciente he implantárselo en otra zona del cuerpo donde se necesita. Se trata de una técnica quirúrgica poco invasiva que permite aportar volumen y tejidos sanos a un área dañada del organismo.
La utilización de tejido graso como tejido de relleno y voluminizador, permite aumentar zonas con defectos del contorno, lo que contribuye a la normalización del mismo, recuperando o mejorando el aspecto estético final.
La duración del procedimiento es de aproximadamente 1 hora, dependiendo de la extensión de las zonas a tratar.
Se realiza el marcaje prequirúrgico con el/la paciente en posición de bipedestación, de las zonas a injertar y de las zonas donantes del tejido graso (habitualmente se suele extraer el tejido graso abdominal, de los flancos o de la cara interna de los muslos).
Una vez que el tejido es procesado, se procede a su infiltración con microcánulas en el área receptora, para ello se utilizan habitualmente jeringas de 1cc o 3cc, que permiten un control preciso de la cantidad de tejido graso que se infiltra. Las infiltraciones se realizan a través de orificios de 1mm que prácticamente no dejan cicatriz. Durante el proceso de infiltración, se comprueba en todo momento las modificaciones que se producen en los tejidos a medida que se inyecta el injerto, controlando la cantidad y la posición en la que se inyecta el tejido graso, siendo necesario en algunos casos, liberar las adherencias cicatriciales existentes para poder crear un espacio en donde infiltrar el tejido graso.
Dependiendo de la cantidad necesaria de tejido graso a extraer e inyectar, así como de las áreas a tratar, se valorará la necesidad de realizar una anestesia general si las áreas son muy grandes, o por lo contrario anestesia local con sedación en áreas localizadas y pequeñas.
Tras el alta hospitalaria, se deben utilizar las prendas de compresión durante un periodo no superior a un mes y se realizarán masajes de drenaje linfático para disminuir el edema postoperatorio de la zona donante. En la zona receptora, no se deberán realizar manipulaciones pues el relleno puede desplazarse con la presión externa en los primeros días. Posteriormente la zona injertada se masajea para conseguir que adquiera un tacto suave, pues los primeros días debido al proceso inflamatorio, estará indurado.